Los corazones de Jesús y Maria para el mundo de hoy

10 Jun, 2015 | Sin categoría

¿ Pasado de moda el Sagrado Corazón de Jesús? (…) ¿  Sería “carroza” de pedir al Corazón Sagrado de Jesús tener lástima de nosotros? ¿ De suplicarlo ver su reino llegar, en nuestros corazones, nuestras familias, nuestros países? ¿ Y si era lo contrario? ¿ Si el mensaje dado a Santa Margarita Maria de Alacoque en el siglo XVII en Paray-le-Monial era de una actualidad propria a quemarnos el corazón? ¿ Si exactamente era lo que esperaba nuestra sociedad?

¿ Tendremos la sencillez, como el querido discípulo Juan, de inclinar nuestra cabeza sobre el Corazón de Jesús y de escucharlo latir, hasta que comencemos a sentir la compasión divina? Esto llega en el momento appropriado, el tema de la compasión “habla” a las orejas modernas. (…) ¿ Y si comenzábamos por reponer esta devoción en el Sagrado Corazón de Jesus en nuestras oraciones personales y familiares? (Emmanuel Bourceret – Famille Chrétienne 10.06.14)

Corazones muy misericodiosos de Jesús y de Marie, convierta, vacíe nuestros corazones de su egoísmo y rellénelos de su amor, del amor de Dios, nuestro Padre, y del amor de nuestros hermanos y de nuestras hermanas.

Dénos un corazón manso y humilde semejante a los suyos

Transfórmenos por la imitación de sus virtudes, y establezca su reinado(reino) de la verdad, del amor, de la justicia y de la santidad en todos los corazones.

Reine así en nuestras familias, en la Iglesia, en la sociedad y en todas las naciones.

Qué a la imitación de este inefable unión de sus dos Corazones que, en cierto modo, forman sólo un solo corazón, llegue sobre nuestra tierra la unión de espíritus y de los corazones en la paz, la justicia y la caridad.

Amen.

La  medida del amor de Dios es amar sin medida (…) Cada vez que participamos en la Misa y nos alimentamos con el Cuerpo de Cristo, la presencia de Jesús y del Espíritu Santo obra en nosotros, da forma a nuestro corazón, nos comunica actitudes internas que se traducen en comportamientos de acuerdo con el Evangelio. (Papa Francesco. Ángelus 22.06.14)