+ Sin el Espíritu Santo, que nos ayuda por su oración y por su mirada de Amor – que querríamos apoyarnos todavía más en estos cuerpos desfigurados que llorarían y pedirían un poco de amor, nos sería imposible continuar lo que la Iglesia nos pide.
+ Esta fiesta del Pentecostes (el envío del Espíritu Santo por el Padre) le pone al más íntimo de nuestros corazones el deseo profundo de dejarnos hacer por Dios en la oración y el Amor fraternal.
+ Maria la Madre de Jesús, es para nosotros el modelo y sobre todo La que nos acompaña en nuestra vida porque ha sido dada a luz por este Espíritu de Amor y porque es la Madre de la Iglesia.
Lo que nuestro espíritu,es decir, nuestra alma, es para nuestros miembros, eso mismo es el Espíritu Santo para los miembros de Cristo, para el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia (San Agustín, serm. 267, 4).
El Espíritu Santo hace de la Iglesia “elTemplo del Dios vivo” (2 Co 6, 16; Cf. 1 Co 3, 16-17; Ef 2,21)
Catecismo de la Iglesia §797