Mi Diós, que duermes frágil entre mis brazos,
Mi niño cálido sobre mi corazón que late,
Yo adoro en mis manos y arrullo emocionada
La maravilla, Oh Diós que me has dado.
(…)
Qué te daré yo a Tí a cambio de tu gracia ?
Sonrío en silencio
Porque yo era también frágil y limitado
Yo tenia una gracia y te la he dado.
(Marie-Noël)