Padre de toda bondad, Tú que quieres a cada hombre, se digna acudir a la ayuda de nuestra debilidad cuando celebramos a la Madre de Dios, la Virgen inmaculada. Acuérdanos, por su intercesión, de ser curados de nuestros pecados. Te lo pedimos por Jesús Cristo tu Hijo Querido, que vive y reina Contigo, Padre, en la unidad de su Espíritu Santo, ahora y para los siglos de los siglos, Amen
Se llama “Mensaje de Lourdes” a los gestos y palabras que intercambiaron la Virgen y Bernardita, en la Gruta de Massabielle, durante las 18 Apariciones in Lourdes , del 11 de febrero al 16 de julio de 1858.
Algunas palabras de Maria a Bernadita :
¿Quieres hacerme el favor de venir aquí durante quince días ?
Me dijo que fuera a beber a la fuente …
No te prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el otro.
¡Penitencia! ¡Penitencia! ¡Penitencia! ¡Ruega a Dios por los pecadores! ¡
Besa la tierra en penitencia por los pecadores!
Vete a decir a los sacerdotes que se construya aquí una capilla y que se venga en procesión.
Jueves 25 de marzo : ¡El nombre que se esperaba!
Por fin la visión revela su nombre; pero el rosal silvestre sobre el cual posa los pies durante las apariciones no florece. Bernardita cuenta: “levantó los ojos hacia el cielo, juntando en signo de oración las manos que tenía abiertas y tendidas hacia el suelo, y me dijo: que soy era immaculada councepciou.” La joven vidente salió corriendo, repitiendo sin cesar, por el camino, aquellas palabras que no entiende. Palabras que conmueven al buen párroco, ya que Bernardita ignoraba esa expresión teológica que sirve para nombrar a la Santísima Virgen.Solo cuatro años antes, en 1854, el papa Pío IX había declarado aquella expresión como verdad de fe, un dogma.
Para captar y comprender el “Mensaje de Lourdes”, conviene conocer el contexto de las Apariciones. Para saber más click aquí